PoesíaPoesía Digital

Eielson o la experiencia de la totalidad

Qué maravilla las estrellas

No me caso de mirarlas
Siempre tan altas
Siempre tan nuevas
Siempre tan viejas
Siempre tan puras
Siempre tan bellas
Y si me canso de mirarlas
Son siempre ellas
Que me miran
Y me miran

Jorge Eduardo Eielson


Si hubiese que acuñar un sinónimo a la palabra "constelación", éste sin duda sería "Eielson". No por cierta base aérea que existe en Alaska, sino por su luz, su energía, su movimiento, su música, su extensión espacio-temporal, sus zonas oscuras, su circularidad, sus agujeros negros, su imaginación y su fugacidad. Y si hubiese que amonedar un sinónimo a la palabra "Eielson", ésta sin duda no tendría sinónimo.

Creo que desde que Leonardo da Vinci se transfiguró a sí mismo dentro de la cuadratura de un círculo, como un microcosmos humano áureo dentro del macrocosmos del universo, existe una línea directa hasta Eielson, quien vivió su vida como una obra maestra que contemplada en su totalidad es una constelación abierta a la armonía y a la fusión de los opuestos en la experiencia del arte.

Eielson fue un espíritu excepcional. Su arte fue multimediático, de códigos transgresores, de virtuosismo transparente y de un vanguardismo continuo. Sus investigaciones en diversas fuentes culturales del planeta, su indagación artística y científica por la realidad última del universo, su intuición, su búsqueda espiritual en raíces propias y adoptadas, su formación insular autodidacta y su ejercicio artístico integral en el mundo del siglo XX quedarán para la posteridad como paradigma de lo que es un artista.

Aunque suele creerse que es menos conocido de lo que merecería, en realidad, hay muchísima información en internet y en la crítica literaria acerca de Jorge Eduardo Eielson y la importancia de su obra. Por ello me eximiré de hacer un recuento mecánico y exhaustivo de su vida, su precocidad artística y literaria, los premios y becas que obtuvo, las exposiciones que hizo, las bienales en que participó, los museos importantes que guardan obras suyas, los libros y textos en varios géneros que publicó, sus traducciones, sus obras plásticas y conceptuales, sus catálogos, las influencias culturales que tuvo, los homenajes, tesis, artículos académicos, números especiales en revistas y congresos que se le han hecho, así como su frondosa iconografía. En cambio, me concentraré en algo que considero más esencial: el significado de su obra como una totalidad.

Para acercarnos a una compresión general de la magnitud de su experiencia, propongo revisar brevemente algunos hitos claves de su avatar artístico y poético. Quien se interese más por este artista y poeta de origen peruano podrá encontrar en estos apuntes tal vez una sugerente guía antes de inspeccionar los enlaces y obras que citaré a posteriori:

Poesía escrita: es el nombre que le puso a la casi total reunión de su poesía editada en tres ocasiones. La cuestión aquí es clara. El título sugiere abiertamente que existe una poesía no escrita. Eielson no sólo fue poeta, fue también un artista plástico y conceptual que practicó varios géneros literarios: ensayo, novela, teatro, entrevista, todos con gran calidad. Su poesía escrita o verbal es de altísima cima y ella sola le da el lugar de poeta mayor en lengua castellana. Reinos, Habitación en Roma o Noche oscura del cuerpo son poemarios considerados canónicos en una obra que no mengua en ningún momento su excelencia, en la que cualquier texto es antologable. Con Reinos, canto visionario, ultraterreno, hermético y neobarroco, ganó el premio nacional de poesía en Perú precozmente, a los 21 años. Con Habitación en Roma liquidó una clásica dicotomía entre poesía pura y poesía social al elaborar un poemario que expresaba una preocupación esteticista por el lenguaje al mismo tiempo que cuestiones existenciales, cotidianas y citadinas, anclándose en un epicentro cultural europeo como marco de referencia. En Noche oscura del cuerpo dialoga con el misticismo de San Juan de la Cruz y recrea una nueva experiencia mística bajo una clave zen que le muestra una experiencia de la totalidad en la materialidad del propio cuerpo, visceral a la vez que verbal, de tejidos y texto, de ropas y desnudez, de estrellas y consciencia. Pero la experiencia artística de su obra no cesa ahí, su obra poética se proyecta aún más allá de las palabras.

La otra novela de Eielson, El cuerpo de Giulia-no, tan innovadora, tan totalmente desapercibida en pleno Boom Latinoamericano, sigue poseyendo hoy una carga poética difícil de hallar en otros textos de la época o posteriores

Primera muerte de María: es el ejemplo de cómo un mismo tema puede tener variaciones en distintos géneros y códigos artísticos dentro de la constelación Eielson. Inicialmente fue un poema, para luego metamorfosearse como novela-diario, instalación y performance. En cada intervención artística los contenidos y las formas de la continua génesis de María mutan: símbolo de la pureza sagrada y profana, desencadenante de la representación eielsoniana de Lima, del paisaje infinito y subterráneo de la costa peruana, de los ritos ancestrales de martirio, purificación y renovación, etc. La otra novela de Eielson, El cuerpo de Giulia-no, tan innovadora, tan totalmente desapercibida en pleno Boom Latinoamericano, sigue poseyendo hoy una carga poética difícil de hallar en otros textos de la época o posteriores, plétora de sentidos que a su vez se reinventó en performances e instalaciones.

Quipus: constituye una síntesis y punto de inflexión dentro del itinerario artístico de Eielson. Producto de un fecundo trabajo artístico con telas pintadas, arrugadas, dobladas, estiradas, etc., son una serie de nudos de tela tensados sobre lienzos, de factura visual y plástica exquisita. Fiel a un carácter transgresor, se salen del marco de un cuadro convencional en un gesto de energía en explosión acumulada y contenida. Con una intuición universal clarividente, sintetizan una forma de construcción elemental de la materia subatómica; y a un nivel simbólico, representan el viaje de unión chamánico entre los mundos que se anudan. Deben su nombre a una forma incaica de almacenar información en cuerdas con nudos sobre la que Eielson recrea un lenguaje propio. Un quipu memorable es el texto del "Códice sobre el vuelo de los pájaros y sobre los anudamientos" de Leonardo, impreso en tela doblada, anudada y colgada de un techo en una instalación. Otro, el "Gran quipu de las naciones", red de banderas de todos los países anudadas; idea original para una performance en las Olimpiadas de Munich.

El diálogo infinito: el pensamiento humanista y vanguardista de Eielson en todo su esplendor puesto al alcance de sus lectores en este largo diálogo-entrevista-libro editado por Martha Canfield, amiga y estudiosa del artista. Junto con sus desperdigados ensayos sobre el arte religioso en culturas precolombinas, textos críticos sobre distintos autores y artistas, y entrevistas varias concedidas, cubren los vastos espacios entre creación y creación en esta constelación luminosa, por entre la cual se extiende este diálogo-pensamiento inagotable para la mente y el espíritu.

Es parte de su poesía no escrita la intención que, bajo la forma de carta, hizo llegar a la NASA en 1969. En ella ofrecía sus cenizas para ser dispersadas en la Luna porque "desde siempre el satélite de la Tierra ha sido el cementerio ideal para los poetas".

Poesía no escrita: no es el título de ningún libro u obra en particular, pero bajo este rótulo entenderemos que la experiencia Eielson no acaba ni en la palabra, ni en el pensamiento, ni en el objeto artístico. Obras conceptuales como las Esculturas subterráneas (a partir de ingeniosos textos que describen esculturas invisibles e imposibles) y arte efímero como las instalaciones, performances, acciones y happenings son también parte de una búsqueda integral sin concesiones. Otro testimonio preclaro de su polifacetismo en el arte son sus improvisaciones caseras al piano, de las cuales hay raras grabaciones. De su trashumancia artística dan buena cuenta también sus residencias en Ginebra, París, Roma, Milán, Cerdeña, tras su autoexilio de su natal Lima, a la cual volvió de visita sólo dos veces después de salir de ella a los 24 años y vivir más de 50 en Europa. Es parte de su poesía no escrita la intención que, bajo la forma de carta, hizo llegar a la NASA en 1969. En ella ofrecía sus cenizas para ser dispersadas en la Luna porque "desde siempre el satélite de la Tierra ha sido el cementerio ideal para los poetas", como había anotado más tarde en una entrevista. También lo es el gesto de aparecer con una máscara azul ultramar ante un auditorio limeño pleno de expectativa por verlo tras largos años -aunque fuera por teleconferencia- desde Italia. Fue el último contacto público con sus coterráneos en una ceremonia que principió con una interrogante: "Jorge Eduardo, ¿eres tú?".

Empezamos esta nota afirmando que Eielson puede ser una constelación, pero que ninguna constelación puede ser Eielson. Esto es porque su vida como una obra maestra no es poesía escrita o no escrita. La poesía más allá de las palabras y del arte es una realidad última a la que Eielson siempre apuntó como un vector en fuga hacia un destino infinito magnético e inexplorado. "Su verdadera esencia está precisamente en lo inefable, en lo indecible, en todo aquello que las palabras no pueden formular", había dicho en una entrevista. Ese movimiento de fuga incesante, esa trascendencia puramente sustentada en la inmanencia de los materiales y gestos artísticos que empleó en su vida como meros instrumentos de expresión, nos hablan con humildad y sabiduría de un misterio, el de la creación, del milagro de la vida, de la energía del universo, de la transparencia de la poesía para quien tenga ojos para verla en todas partes. Creo que ese podría ser un ideal de Eielson: el no tener que separar el cuerpo de la mente, el arte de la vida, o lo humano del cosmos, y el concebir que hay una unión secreta, una especie de vaso comunicador invisible, que se muestra a partir de ritos ancestrales propiciatorios, como el aparearse o el hacer poesía, los cuales sobreviven (aunque transformados) hasta nuestros días, como una herencia genética y cultural, a la vez que son sustento de cuanto somos. "La poesía es el sustento del universo", dijo alguna vez, y también dijo que “no hay poesía: hay solamente vida”.

Ricardo Fidel Huamán Zúñiga


EIELSON MÍNIMO

Últimas ediciones de sus obras:

Poesía escrita. Norma, Bogotá, 1998.
Sin título. Pre-Textos, Valencia, 2000.
Primera muerte de María. World Press, San Francisco, 2002.
Vivir es una obra maestra. Ave del Paraíso, Madrid, 2003.
Del absoluto amor y otros poemas sin título. Pre-Textos, Valencia, 2005.
El cuerpo de Giulia-no. Libros Magenta, México, 2008.

Enlaces electrónicos:

http://eielson.perucultural.org.pe/
http://eielson.niccoliarte.com/
http://www.librosperuanos.com/autores/eielson.html

Cortometraje "Vivir es una obra maestra" en tres partes:

http://www.youtube.com/watch?v=zEr1qOeVe_A
http://www.youtube.com/watch?v=eLkaZ46p6W0&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=66ZhXzWJlZA&feature=related










Retro jordans for sale, Cheap foamposites, Cheap foamposites, jordan retro 5, cheap jordans for sale, foamposites For Sale, jordan retro 12, jordan retro 11, Cheap jordans for sale, jordans for cheap, jordan retro 11 legend blue, retro 12 jordans, jordan retro 13, jordan retro 9, cheap soccer jerseys, Canada Goose sale, cheap jordans, cheap jordan 12
cerrar ventana
cerrar ventana